Homo moneta

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martes, 9 de marzo de 2010

Talleyrand y el futuro del euro.

El gran Charles Maurice de Talleyrand Perigord, considerado por muchos como el primer europeo, preconizó durante toda su vida la solidaridad europea y que ésta debía partir del plano económico y financiero, en donde el principio reinante fuera el de una Europa que condujera sus propios asuntos no contra los de sus vecinos sino en armonía con ellos; nada de rivalidad económica ya que eso derivaría en guerras a corto plazo. Para Talleyrand una negociación bien conducida, el conocimiento de los intereses más profundos y previstos a largo plazo en las materias antes mencionadas deberían conducir siempre a un acuerdo político sólido. Los europeos posteriores a él apreciaron la ventaja de sus ideas y comenzaron su integración sosteniéndose en los pilares de la cooperación económica pero lamentablemente el día de hoy es posible apreciar que la ausencia de un mecanismo para hacer frente a las crisis financieras y las lagunas en las reglas relacionadas a los déficits y a la deuda han limitado la consecución de un acuerdo sólido en materia política tal como al príncipe de Benevento le hubiera gustado atestiguar. En estos momentos la caída del euro es vista como un efecto colateral del problema griego, pero probablemente no sea así. La crisis del euro es una crisis en los fundamentos de la Unión Europea y se puede apreciar a simple vista si uno se detiene a ver las propuestas más recientes. Se habla de la emisión de un bono europeo y el establecimiento de un Fondo Monetario Europeo pero existen muchas limitantes legales e institucionales ya que para llevar a cabo estas propuestas sería necesario el establecimiento de un nuevo tratado Europeo lo cual, tal como la historia nos enseña, es bastante complicado, sólo basta recordar las negociaciones y los obstáculos que se presentaron para ratificar el Tratado de Lisboa. También hay que considerar los problemas constitucionales y de soberanía, por ejemplo, en opinión de diversos autores como Wolfgang Munchau,las limitantes constitucionales del Estado Alemán conducirían a Alemania a la salida de la Unión si se eliminase la cláusula de no asistencia en el Tratado de Maastricht o el objetivo del Banco Central Europeo para con la estabilidad de los precios. De esta forma las opciones se reducen y parecen conducir a la reducción en los déficits presupuestarios a través del Tratado de Maastricht. Esta caída en los balances públicos implicaría una caída compensatoria en los balances del sector privado o una ligera mejora en los balances europeos que sólo podría ser llevada a cabo plenamente a través de una devaluación del euro.
A pesar de ello las ideas del conde de Perigord se sostienen, los hábitos comerciales que han unido a Europa son más difíciles de romper de lo que se piensa y el interés parece haber acercado para siempre a aquellos cuyas pasiones más ardientes los habían enemistado. De esta forma países como Alemania parecen estar dejando a un lado sus ideas en contra de los "bail-outs" y se ha empezado a analizar seriamente el establecimiento del Fondo Monetario Europeo con el cual se daría orígen a un mecanismo complementario para hacer frente a futuras crisis y limitar así el contagio a través de la eurozona. Esta preocupación no es nueva, en el siglo XVIII Talleyrand temía siempre por la estabilidad de las monedas ya que una buena moneda es el producto del estado de salud en que se encuentra un país, el orden interior, la actividad de los oficios,la obediencia a las leyes y la fiscalidad; en este mismo sentido los padres fundadores de la Unión Europea comprendieron este problema y durante las negociaciones en 1978 se dió origen al Sistema Monetario Europeo. De esta forma podemos apreciar que los europeos comienzan a invocar la memoria de grandes hombres como Charles Maurice de Talleyrand Perigord, príncipe de Benevento y obispo de Autun para sentar las nuevas bases que proyectarán al euro hacia el futuro.

lunes, 1 de marzo de 2010

La Banca en la América Precolombina

Si uno toma un libro de historia de la banca en cualquier parte del mundo se encontrará con una historia constante que casi no varía. Podremos encontrar en estas obras a los sacerdotes de los dioses banqueros en Babilonia, las aportaciones de Fibonacci (sí, el del Código da Vinci)a la banca italiana y a las finanzas occidentales, el establecimiento de la primera casa de moneda en China durante el gobierno del emperador Han Wu Di, las contribuciones de Sir Isaac Newton para con la acuñación de moneda, la revolución financiera del siglo XVII que presenció la fundación del Wisselbank en Holanda, del Riksbank en Suecia y el Banco de Inglaterra, etc. Pero, a menos que se viva en los países protagonistas de esos desarrollos, en muy raras ocasiones se hará mención de la gestación, evolución y/o extinción de los sistemas financieros primitivos en culturas particulares, todo esto se debe a que nuestros sistemas financieros son el resultado de la evolución de los sistemas contables de Asia, los métodos de la banca Italiana y la regulación europea. Como resultado de lo anterior, la historia financiera en América es relatada a partir de la llegada de los europeos al continente, de esta forma nuestra historia financiera comienza con las leyendas de las 7 ciudades de Cíbola y el Dorado, los saqueos del Cerro Rico en Potosí (Perú) y el establecimiento de las célebres Cajas españolas a través de todo el continente. ¿Acaso no hubo actividad financiera antes de la llegada de los europeos? Nos dicen que los Incas practicaban un sistema similar al socialismo y que los metales preciosos no tenían gran valor para ello y que las culturas mesoamericanas se sustentaban en el trueque y muy pocas personas conciben el establecimiento de un sistema financiero complejo. En lo particular considero que es muy probable que si se haya gestado algún tipo de sistema financiero primitivo en esta región y he iniciado mis propias investigaciones a través de visitas a los sitios, conversaciones con guías, arqueólogos y antropólogos lo cual me ha permitido extraer una conclusión bastante interesante: los arqueólogos y antropólogos descifran la historia nuclear de cada civilización pero no consiguen ver más allá en ciertos aspectos como las finanzas debido a su falta de entrenamiento en esta materia, mientras que los autores que escriben respecto a la historia de la banca en nuestro país se limitan a repetir las conclusiones de los arqueólogos sin ir a investigar por su cuenta y sin extraer sus propias conclusiones. Por mi parte he encontrado detalles muy interesantes en el período Postclásico de la cultura Maya que harían ver mal a más de uno. El principal sustento de mi estudio lo encontramos en la ciudad de Tulum. Esta majestuosa ciudad fue el centro comercial del período Postclásico Maya también conocido por los expertos como el periodo de los comerciantes. Esta ciudad inició su expansión después de la caída de la ciudad comercial de Cancuen la cual hacía llegar una gran diversidad de productos a ciudades como Toniná, Dos Pilas y Calakmul. De acuerdo a diversas crónicas de los conquistadores españoles, en Tulum existía un sistema de medidas y equivalencias que se utilizaba para regular los trueques y que estaba constituído alrededor del cacao, por ejemplo con 1grano de cacao se podía adquirir un tomate; con 4 granos, 1 calabaza; 100 granos eran equivalentes a 1 canoa de agua dulce; y con 1000 te podías hacer de los servicios de 1 esclavo. Hasta ahí todo nos resulta familiar, pero inmediatamente surgen diversas interrogantes ¿cuáles eran los medios que utilizaba el Ahau para impedir que la relativa accesibilidad del cacao no se tradujera en inflación?, ¿los sacerdotes pudieron cumplir la misma función que los sacerdotes de los dioses banqueros de Babilonia? ante la limitación geográfica de la planta ¿existían "casacambistas" que auxiliaran a los comerciantes? además del trueque, ¿los mayas tenían otras formas de acceder a este bien adquisitivo digamos alguna institución similar al crédito? y finalmente ¿ciudades como Tulum y Cancuen pudieron desarrollar las funciones de centros financieros y así verificar la uniformidad de las medidas para evitar el exceso de circulante y el acaparamiento? En un mundo donde los recursos eran escasos y mal administrados considero que debieron existir algunas restricciones como las contenidas en los cuestionamientos previamente planteados para así mantener el poder de la ciudad y el predominio de élites de comerciantes. Para dar más fuerza a estas teorías hay que seguir estudiando los textos antiguos, fomentar la exploración en la zona y no apegar nuestras investigaciones a los desarrollos europeos del siglo XII y XVII, después de todo, es una constante universal que las finanzas son concebidas en su inicio como una materia auxiliar del comercio sin importar en que parte del mundo se encuentre uno.